miércoles, 9 de noviembre de 2011

Felicidad, qué bonito nombre tienes.

No se trata de ir por la vida con una sonrisa de oreja a oreja para demostrar que eres feliz, se trata de reírte sin darte cuenta. No se trata de sonreír solamente porque te hacen una foto o porque te han contado una cosa divertida. Se trata de sonreír porque sí, porque eres feliz. Se trata de sonreír por él, por tus amigos, por tu familia. Se trata de sonreír por los recuerdos. Se trata de sonreír sin motivo, de sonreír porque lo sientes. Así, esa sonrisa se convertirá en carcajada en menos de un segundo y más tarde llegará a formar parte de esos momentos irrepetibles que componen tu felicidad, y la felicidad es el elixir que nos hace eternamente jóvenes.

1 comentario:

  1. Me parece una terapia estupenda...sigue así y conseguirás ver la auténtica felicidad, que se esconde en las más pequeñas cosas. No pierdas el tiempo en lo que no merece la pena, como a mí me ha ocurrido.

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