jueves, 31 de octubre de 2013

No hay distancia que esté lejos.

En el largo recorrido de tu vida encuentras a personas especiales. Con ellas ríes, vives, lloras, aprendes y escuchas. Te muestran los colores de la vida, ellos te invitan a abrir las puertas del alma, dando un paso un cariño eterno. Solo esas personas pueden hacerte reír en el peor día de tu vida, solo ellas pueden sacarte una sonrisa en medio de una inundación de lágrimas, solo ellas saben cómo hacer para que te agarres a sus brazos y que no te sueltes nunca más. Y entonces es cuando te das cuenta de que no estás solo, aunque te alejes de ellos, la sombra de su amistad te abriga y te calza con cada uno de tus pasos porque, aunque no los veas, siempre están ahí. 

martes, 22 de octubre de 2013

Recuerda que aunque estemos solos, estamos unidos en la soledad.

Querida Holly,

No tengo mucho tiempo, no literalmente, sino porque has salido a comprar helados y volverás pronto. Ésta será la última carta, sólo me queda una cosa por decirte. Esta carta no es para que me recuerdes ni para que compres una lámpara, puedes cuidar de ti misma sin mi ayuda. Es para decirte cómo me he sentido, cómo me has cambiado. Me has convertido en un hombre queriéndome y por eso te estoy eternamente agradecido, literalmente. Quiero que me prometas algo: que nunca estarás triste o insegura o perderás por completo la fe, que tratarás de verte con mis ojos. Gracias por aceptar ser mi esposa, soy un hombre que no se arrepiente, ¡qué suerte he tenido! Tú has llenado mi vida, pero yo sólo soy un capítulo de la tuya. Habrá más, te lo prometo. Y ahora viene el gran consejo: No tengas miedo a volver a enamorarte, prepárate para esa señal que parece el fin del mundo.

Posdata: siempre te amaré.