lunes, 25 de junio de 2012

¡Qué caro es el tiempo!

Cada célula del cuerpo humano se regenera, de media, cada siete años. Como las serpientes, a nuestro modo, mudamos la piel. Biológicamente somos personas nuevas. Quizá parecemos los mismos, el cambio no es visible, al menos no en la mayoría, pero todos cambiamos por completo para siempre. Cuando decimos que la gente no cambia, los científicos se echan las manos a la cabeza, porque el cambio es la única constante en la ciencia. La energía, la materia... siempre están cambiando, metamorfoseándose, fusionándose, creciendo, muriendo.

Lo antinatural es que las personas intentemos no cambiar, que queramos aferrarnos a cómo era todo antes en vez de dejar que sea lo que es. Que queramos aferrarnos a viejos recuerdos en lugar de generar otros, que insistamos en creer que, pese a los indicios científicos, todo en la vida es permanente. El cambio es constante, cómo vivamos ese cambio depende de nosotros. Puede parecernos la muerte o una segunda oportunidad en la vida. Si nos relajamos y nos dejamos llevar puede parecernos pura adrenalina, como si en cualquier momento tuviéramos otra oportunidad, como si en cualquier momento pudiéramos nacer de nuevo. 

jueves, 21 de junio de 2012

Yo quiero contigo todo.

Sobran las palabras, sobran los motivos, y sobra todo, absolutamente todo, cuando después de todo este tiempo todo es poco. Todo es poco cuando las cosas se saben, todo es poco cuando es tanto que nada puede describirlo, cuando es imposible explicar lo que se siente al tenerte al lado. Porque simplemente hoy tú lo sabes todo, hoy me lo reservo todo para ti, y con eso es más que suficiente.

martes, 19 de junio de 2012

Disfrutando a poquitos la vida entera.

Como dice Federico Moccia en un libro suyo: "la felicidad no es una meta, sino un estilo de vida". A veces la felicidad depende de cosas tan sencillas como una hamburguesa en un Burguer King con la persona adecuada. A veces la felicidad es una canción tuya y otra suya, en medio de una calle oscura, con un montón de amigos y una luna en el cielo. A veces la felicidad no es más que secretos, mentiras, miradas, desahogos, penas, alegrías... que se van a las estrellas como el humo de un cigarro. Hay veces en las que la felicidad es un beso, un abrazo, una sonrisa, un acorde de guitarra, una nota desafinada o un chiste malo con el que todos nos reímos. A veces la felicidad es reírse a oscuras cuando nadie lo hace y escuchar tu risa que rompe el silencio, haciéndolo tuyo para siempre. Hay veces en las que la felicidad son solo personas. 

viernes, 15 de junio de 2012

You make me feel like I'm living a teenage dream.

¿Recuerdas cuándo eras pequeña y creías en los cuentos de hadas? Fantaseabas sobre cómo sería tu vida, con un vestido blanco y tu príncipe azul llevándote a su castillo sobre las colinas. Por la noche te echabas en la cama, cerrabas los ojos y te abandonabas a tu fe. Santa Claus, el Ratoncito Pérez, el Príncipe Azul... estaban tan cerca que los saboreabas. Pero vas creciendo, y un día abres los ojos y los cuentos de hadas han volado. La cuestión es que es difícil dejar que los cuentos de hadas desaparezcan, a casi todo el mundo le queda una mínima esperanza de que un día abrirá los ojos y verá que se han hecho realidad. 

Cuando el día llega a su fin, la fe es un misterio, aparece cuando menos te lo esperas, es como si un día te dieras cuenta de que los cuentos no son exactamente como habías soñado, el castillo puede que no sea un castillo, no es tan importante eso de ser felices para siempre, basta con ser felices en el momento. A veces, muy de vez en cuando, la gente puede darte una grata sorpresa, de vez en cuando la gente te deja sin respiración... :).

martes, 5 de junio de 2012

I love you, Ireland.

Suele ocurrir que cuando mejor te lo estás pasando en un sitio, te toca decir adiós. Así me pasó a mí en Irlanda, donde fui llorando al principio y vine llorando al final. Y ahora puedo decir que estar de Erasmus es una experiencia increíble, pueden habértelo contado, puedes haber visto fotos u oído historias, pero no es suficiente... ¡Hace falta vivirlo!

Estar de Erasmus es como vivir en el País del Buen Rollo, donde cada día te levantas de la cama con un salto porque sabes que conocerás a alguien, visitarás un lugar o que aprenderás alguna palabra divertida en otro idioma; es como unas vacaciones permanentes, porque aunque tengas que estudiar y hacer trabajos, lo haces sabiendo que en tu país sería algo monótono y aburrido. Es como una aventura donde, en lugar de escalar montañas y descubrir tesoros, descubres a las personas, descubres costumbres y formas de ser, y ellos te descubren a ti. 

Y yo he descubierto un país pequeño que pasa muy desapercibido, pero que es increíble, único y... mágico. Sí, mágico, no puedo explicar el por qué exacto, pero Irlanda enamora. Es un sentimiento indescriptible y solamente puedes sentir eso si visitas este país y te impregnas de él, de su color verde por todas partes y de los irlandeses tan hospitalarios. 

Se ha acabado, pero sé que volveré muy pronto, así que, no es un adiós, sino un hasta pronto.