martes, 24 de abril de 2012

Magia, siento magia.

- Ron no tiene pareja porque hoy somos impares, así que Cristina se pondrá con él. 
+ Yo tampoco tengo pareja.  + Ni yo.  + Ni yo.  + Ni yo.  + Ni yo.  + Ni yo...

- Prométenos que vendrás mañana a clase a estar con nosotros.

- Cristina ven, tengo que decirte algo, es un secreto porque me da vergüenza... Te quiero. 

- Cristina cuelga los dibujos de los niños. - Cian, el niño más travieso de la clase se pone a ayudarme. - Tienes suerte, a mí nunca me ayuda, sino todo lo contrario, y cada vez que vienes tú parece otro. 
+ Es que yo quiero estar siempre siempre con ella. 


Los niños son capaces de cambiar el mundo. Sí, son pequeños y no saben tanto de la vida, pero son capaces de enseñar a cualquiera que la felicidad está en las pequeñas cosas, en los pequeños detalles, pues eso es lo que nos engrandece y lo que marca la diferencia. Son capaces de enseñarte que la magia existe. Te dan la mano y rompen con toda la soledad que puedas sentir. Creen en ti cuando tú has dejado de hacerlo. Con una mirada son capaces de compartir contigo todos sus miedos, deseos e ilusiones. Con unas palabras son capaces de pintar de colores hasta el día más gris. Con una sonrisa son capaces de hacerte el regalo más bonito que puedes tener. Los niños son mágicos. 

Así que, solamente las personas que trabajamos con niños podemos sentir la magia, y no hay sensación más bonita que esa! :)

sábado, 21 de abril de 2012

La amistad es algo que atraviesa el alma, es un sentimiento que no se te va.

La amistad es una cajita de cristal, pequeña, transparente, donde guardas dentro todos tus pensamientos, ideas, cariño y amor. Un cristal fino donde te reflejas, material del que están hechos tus sueños. Son porciones de tu corazón que intentas que no se rallen nunca. Un amigo es más que una persona, es algo que no es físico, algo que siempre llevas. Es eso que recoges por el camino y guardas en tu cajita de cristal, cuidadosamente acomodado en su interior. Es todo eso en lo que crees, en lo que confías, en lo que sientes. Eso que más allá del mundo encuentras, eso que te abraza cuando piensas que no puedes más, algo que lamentas no ver. Pero un amigo no se ve, no se toca, no se huele. A veces lo miras a los ojos, a veces sientes su presencia, sin embargo, el amigo no es la persona que ves, es la persona que sientes, es aquello por lo que darías todo menos tu cajita de cristal...! :)

domingo, 15 de abril de 2012

Necesito verte aquí, tu mirada me hace grande.

En este momento hay seis mil cuatrocientos setenta millones, ochocientos dieciocho mil, seiscientos setenta y un habitantes en el mundo. Algunos huyen asustados, otros vuelven a casa. Algunos cuentan mentiras para poder sobrevivir, otros se enfrentan a la verdad. Algunos son hombres malos en guerra contra el bien, y algunos son buenos y luchan contra el mal. Seis mil millones de personas en el mundo, seis mil millones de almas, y a veces solo necesitas a una. 

miércoles, 11 de abril de 2012

Diciéndonos bajito que lo nuestro siempre será eterno.

Es imposible no recordar la fecha concreta de aquel día: 11 de abril del 2009, porque fue cuando comprendí que me había enamorado de ti del todo, en todo, por todo, con todo y sin remedio. No soy capaz de reconstruir con precisión las circunstancias de aquel descubrimiento, porque no tenía la costumbre de sentir nada parecido. Empecé a pensar solamente en ti, en tu cuerpo, en tu piel, en tus gestos, en tu manera de sonreír, de ponerte serio, en tu forma de mirar, de mirarme. Desde entonces, mi tiempo tiene tu nombre, los días, las horas, los minutos, los segundos se definen por ti y hacia ti, y sólo existen dos momentos en mi vida, los que gano a tu lado y los que pierdo por las esquinas de un mundo que te proclama en cuanto contengo, las personas y los objetos, los paisajes y los edificios, la luz y la sombra, porque en todas partes te veo. 

Desde hace tres años, caí por esa pendiente tan deprisa que no llegué a cobrar conciencia de mi propia velocidad, y antes de que pudiera darme cuenta de lo que pasaba, mi vida ya se había convertido en algo que me consentía vivir una vida más grande que la mía y que tenía tu nombre, igual que el tiempo.