viernes, 14 de septiembre de 2012

Te cambio un sí por ese ya no puedo.

Hay que ver lo curiosos que somos. Nos pasamos la vida diciendo que somos así o asá, de esta manera o de aquella otra, sin darnos cuenta además de que también somos meros "intérpretes". De lo que dicen y decimos, de lo que hacen y hacemos. Y no habría problema si esas interpretaciones que hacemos de lo que sucede ante nosotros no fueran con demasiada frecuencia tan poco optimistas. Viktor Frankl lo dijo claro: "El sentido es la posibilidad más valiosa de cada situación". Y digo yo, sobre una cuestión que nos interesa y deseamos, ¿qué sentido tiene decir un "no lo conseguiré" pudiendo decir un sí? ¿Por qué no dejarnos seducir en más ocasiones por la influencia de la posibilidad? ¿Y por qué se escucha con tanta asiduidad eso de "es muy fácil decirlo pero muy difíciles de hacer"? Es evidente que es preferible actuar y hacer lo que realmente queremos a seguir "hablando sin sentido" y repitiéndonos una y otra vez a nosotros mismos lo incapaces que somos de conseguir esto o aquello. Menos ruido y más vida. Más sentido y menos interpretación. ¿Acaso tenemos algo que perder? Ese es el camino y éste es nuestro momento. Nunca es tarde. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario