martes, 19 de junio de 2012

Disfrutando a poquitos la vida entera.

Como dice Federico Moccia en un libro suyo: "la felicidad no es una meta, sino un estilo de vida". A veces la felicidad depende de cosas tan sencillas como una hamburguesa en un Burguer King con la persona adecuada. A veces la felicidad es una canción tuya y otra suya, en medio de una calle oscura, con un montón de amigos y una luna en el cielo. A veces la felicidad no es más que secretos, mentiras, miradas, desahogos, penas, alegrías... que se van a las estrellas como el humo de un cigarro. Hay veces en las que la felicidad es un beso, un abrazo, una sonrisa, un acorde de guitarra, una nota desafinada o un chiste malo con el que todos nos reímos. A veces la felicidad es reírse a oscuras cuando nadie lo hace y escuchar tu risa que rompe el silencio, haciéndolo tuyo para siempre. Hay veces en las que la felicidad son solo personas. 

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