martes, 13 de septiembre de 2011

Nos queda al menos lo vivido y el decir adiós.

Las despedidas buenas no son las fáciles, las buenas son las que cuestan, las que duelen, las que te arrancan un trocito del alma, porque ese dolor que sientes significa que mereció la pena. Las despedidas buenas son las que llenan tu cabeza de imágenes, de sonrisas, de recuerdos que te acompañarán siempre... Además, en las despedidas buenas nunca se dice adiós, se dice hasta pronto.

1 comentario:

  1. Aunque las despedidas te causen dolor, no te aflijas mucho, pues la magia del reencuentro será mucho más fuerte y hará que valores mucho más todo lo que tienes.

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