sábado, 23 de noviembre de 2013

La mitad de lo que hemos vivido hace más ruido que el ruido de un cañón.

Si tengo que ser sincera no recuerdo cómo fue, ni exactamente cuándo, pero desde entonces camina a mi lado aunque no pueda verla siempre. Ella camina a mi lado con la distancia prudencial del que viaja todo el trayecto por el carril de al lado, exactamente a la misma velocidad. Hay meses en los que tengo que racionar lo que me ha dejado antes de irse y apañármelas hasta su regreso. Sin embargo, cuando después de tanto esperar aparece... ¡menudo subidón! Llega arrastrando toda preocupación que pueda tener y consiguiendo que no haya más que hueco para el carpe diem y los buenos pensamientos. No entiendo cómo puede hacerme tanto bien ni transmitirme tanto con tan poco, cuando va caminando por el mundo con su banda sonora del "buenrollismo". No entiendo cómo he podido estar tanto tiempo sin ella en mi vida. Pero aunque puede que no sepa muchas cosas, hay algo que tengo claro y es que entró en mi vida para quedarse. Gracias por mostrarme que la amistad existe y puede ser maravillosa.

¡MUCHÍSIMAS FELICIDADES! TE QUIERO MUCHÍSIMO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario