El verdadero valor de las cosas no se mide por el tiempo que duran, sino por la intensidad con que suceden y se viven. Por eso, existen muchos momentos inolvidables, personas incomparables y cosas inexplicables. Pase lo que pase, sea como sea, haya sucedido como haya sucedido o haya terminado como haya terminado. Así siempre recordaremos, y el recuerdo es el único paraíso del que no podemos ser expulsados :).
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