Las personas mayores aman las cifras. Cuando uno les habla de un nuevo amigo, nunca preguntan las cosas esenciales. Nunca dicen: ¿cuál es el tono de su voz? ¿qué juegos prefiere? ¿colecciona mariposas? En cambio, preguntan: ¿qué edad tiene? ¿cuántos hermanos tiene? ¿cuánto pesa? ¿cuánto gana su padre? Sólo entonces creen conocerlo. Pero, claro está, nosotros que comprendemos la vida, nos burlamos de los números.
viernes, 27 de julio de 2012
viernes, 20 de julio de 2012
Looking for paradise.
Ahora, más que nunca, me doy cuenta de que sigo creyendo en el paraíso. Sin embargo, ahora sé que no se trata de ningún lugar concreto, tampoco de un lugar totalmente idílico. Lo importante no es a dónde vas, sino cómo te sientes en el momento en que llegas a formar parte de algo. Y llegando a ese lugar te das cuenta de que no es por el sitio, sino por quien vaya a tu lado.
lunes, 16 de julio de 2012
Lo que hace grande a una persona son aquellas que la acompañan.
Un hogar es mucho más que las paredes que sustentan una casa, mucho más que sus habitaciones y los muebles que la llenan. Un hogar son esos lazos invisibles de amor y de amistad que te convierten en familia! :)
jueves, 5 de julio de 2012
La vida es la vida, nos pone y nos quita.
El diccionario define "pesar" como sentimiento o dolor intenso que molesta y fatiga al amigo profunda pena. Se nos enseña a confiar en los libros, en sus definiciones, en su autoridad, pero, en la vida, raras veces son aplicables sus definiciones rigurosas. Todos tenemos alguna vez un pesar enorme, cada uno lo encaja de alguna manera. Cuando nos preguntamos por qué a veces todo es un asco, por qué duele tanto, debemos recordar que todo puede cambiar en un instante. Así, sigues viviendo, cuando te duele tanto que no puedes respirar, así sobrevives. Lo peor del pesar es que no puedes controlarlo, lo mejor que podemos podemos hacer es permitirnos sentirlo cuando llega y liberarnos de él cuando podamos. Lo peor es que, cuando te crees que lo has superado, vuelve otra vez y cada vez te deja sin aliento.
martes, 3 de julio de 2012
Te querré todo y más.
Pido 25 horas al día que parezcan dos segundos porque estoy a tu lado. Pido besos en la nariz que me hagan un poco más feliz. Pido besos para darme las buenas noches y encontrarme con tus abrazos para los buenos días. Pido miradas que me digan lo que las palabras no pueden. Pido mordiscos en el cuello que lucir en las noches de fiesta. Pido tardes en casa de película, o de sol en los parques, o de tu mano por las calles. Pido cosquillas en la séptima costilla que obtengan como respuesta peleas que me hagan acabar fuera de la cama. Pido abrazos de oso, tanto de un peluche en tu ausencia, como tuyos cada minuto. Pido planes de dos minutos que hagan mi vida emocionante. Pido decir "felicidad, qué bonito nombre tienes" a cada instante. Pido tus amigos, los míos, y que ahora sean los nuestros. Pido que recorras mis piernas con la punta de los dedos y que te sepas el camino hasta sin mirar. Pido raciones de ti todos los días de mi vida.
Y, además, todo lo que te pido es lo mismo que te ofrezco.
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